Ocurre en aproximadamente 15 a 20% de todos los embarazos y en la gran mayoría de los casos se presentan en las primeras 13 semanas de gestación. La pérdida de un embarazo involucra más que la pérdida física de un futuro bebé; causa dolorosos sentimientos de pérdida y desgracia que dejan a la pareja emocionalmente devastada.

Con frecuencia es difícil saber exactamente que es lo que provocó el aborto, sin embargo la mayor parte de estos se presentan como resultado de anomalías que ocurren durante el proceso de fertilización. El proceso de conjugación del material genético cuando óvulos y espermatozoides se juntan es muy complejo. El aborto puede ser causado por un sinnúmero de cosas que pueden ocurrir antes, durante o después de la fertilización. En ocasiones las células germinales tanto masculinas como femeninas se dividen de manera anormal y se producen óvulos o espermatozoides con cromosoma de más o de menos y si la célula tiene una cantidad incorrecta de cromosomas, el embrión será anormal y por lo general se producirá un aborto espontáneo Al menos en 50% de los abortos producidos en las primeras 13 semanas de gestación se pueden encontrar problemas con los cromosomas del feto; la mayor parte de estas anormalidades no son hereditarias, es decir, el problema cromosómico apareció durante la fertilización y no necesariamente va a ocurrir un aborto en un embarazo posterior.

Un aborto espontáneo que ocurre durante el segundo trimestre del embarazo, generalmente se debe a anormalidades en el útero, (también llamado matriz) y el cuello uterino. Algunas de las anomalías que causan aborto en este periodo pueden ser: tabiques o septos, así como grandes tumoraciones uterinas y la incompetencia del cuello uterino. Un cuello uterino incompetente es aquel que empieza a abrirse muy tempranamente en la primera mitad del embarazo, con o sin síntomas de dolor de parto, lo que normalmente debe ocurrir al final de la gestación. Solo el 20% de los abortos ocurridos en esta etapa se deben a alteraciones cromosómicas o algunos factores inmunológicos. Algunas enfermedades crónicas de la mujer, tales como presión alta o diabetes; infecciones del tracto genital que afectan al feto y al útero, así como algunos problemas hormonales aumentan el riesgo de aborto. Factores en el estilo de vida, tales como el tabaquismo, hacen a las embarazadas más susceptibles a presentar sangrado vaginal y ellas tienen un riesgo más elevado de aborto que las mujeres que no fuman. El abuso en el consumo de alcohol y el uso de cocaína y otras drogas también incrementan la posibilidad de pérdida temprana de un embarazo.

“El aborto, también llamado aborto espontáneo, es la pérdida del embarazo antes de las 20 semanas de gestación.”

¿Cuándo acudir al médico?

Lo más importante para evitar un aborto es la prevención, las mujeres que desean embarazarse deben acudir con su ginecólogo para un examen general tratando de identificar factores de riesgo y corregirlos, deben seguir un régimen alimenticio que aporte nutrientes en cantidad y proporción equilibradas; el peso adecuado para la talla antes del embarazo ayuda evitar complicaciones, los suplementos vitamínicos que contienen ácido fólico son compuestos importantes que han demostrado prevenir algunas malformaciones congénitas.

Por lo general el aborto espontáneo ocurre solo una vez en la vida reproductiva de la mujer, pero una de cada 20 parejas van a experimentar dos aborto espontáneos de manera consecutiva y una de cada cien sufrirá tres pérdidas gestacionales o más. Las parejas que han sufrido más de dos abortos deberán someterse a una evaluación médica para conocer y corregir las causas que los provocaron.

Las mujeres embarazadas, deben acudir con su médico si presentan alguno de los siguientes síntomas:

• Manchado o sangrado vaginal
• Sangrado abundante o persistente con dolor abdominal o cólico

Si presentan escurrimiento de líquido a través de la vagina sin dolor o sangrado, deben ser examinadas para evaluar si las membranas amnióticas se han roto.