La amenorrea o ausencia de menstruaciones en una mujer en edad reproductiva con antecedentes de ciclos regulares, es altamente sugestiva de un embarazo y debe ser confirmada con una prueba que mida la subunidad beta de gonadotrofina coriónica con adecuada sensibilidad, es decir de preferencia en sangre, aunque puede también realizarse en orina.

Cuando los niveles de la gonadotrofina coriónica sobrepasan las 1500 unidades, con ultrasonido vaginal es posible visualizar el saco gestacional. Aquí lo más importante es determinar si es uno o dos y si está colocado en el interior o fuera del útero. En una siguiente cita, una o dos  semanas después se verificará si se ha desarrollado un embrión y éste tiene latidos cardiacos. Hay embarazos (anembriónicos) que están destinados a abortarse porque no se desarrolla un embrión en su interior y aun así falta la menstruación y la prueba de embarazo es positiva.

Las náuseas acompañadas o no de vómitos son otros de los síntomas frecuentes en embarazadas, se presentan de preferencia antes del desayuno. Ceden fácilmente con medidas sencillas y en general desparecen pasados los primeros tres meses de embarazo. Cuando el patrón de vómitos es excesivo e incontrolable, debe descartarse complicaciones del embarazo, como embarazo molar, embarazo múltiple, hiperemesis gravídica, etc.

Fatiga y somnolencia son datos frecuentes al inicio del embarazo, pero en forma exagerada requieren descartar otras patologías como anemia o hipotiroidismo.

Polaquiuria, es decir orinar con mayor frecuencia, a veces durante la noche o nicturia, son otro de los síntomas frecuentes. Cuando es severa hay que verificar no se trate de infección urinaria o cistitis de diferentes etiologías. También investigar si no se están tomando bebidas o alimentos diuréticos que favorezcan una mayor eliminación de líquidos.

Cambios en el carácter, por el efecto hormonal es explicable pequeños cambios en el carácter como tendencia a depresión, ansiedad y angustia. Todo ello depende de múltiples factores como:   embarazo deseado o no, antecedentes de padecimientos psicológicos,  ambiente marital y familiar, temor al embarazo o parto, etc. En algunos casos es conveniente la interconsulta con profesionales en salud mental.

Cambios en las mamas. Desde el inicio del embarazo es común la congestión mamaria, con una mayor visibilidad de la red venosa, aparición de prominerncias dérmica en la areola, la cual tiende a volverse más oscura. Otros de los signos del embarazo, son cambios en la piel que tienden a manifestarse como manchas oscuras (cloasma) que abarcan frente, nariz y pómulos;  aparición de una línea oscura abajo del ombligo. Estos cambios son más evidentes en el primer embarazo.

“En general podríamos decir que en los primeros tres meses los síntomas del embarazo son más acentuados, mientras que los signos de él, casi no se notan”

Agrandamiento del abdomen. El crecimiento uterino  es evidente hasta el tercer mes del embarazo, y cuando se presenta antes de este tiempo hay que descartar distensión intestinal, vesical ( de la vejiga)  o embarazo múltiple. Además del crecimiento del útero el ginecólogo es capaz notar cambios en la consistencia del útero. Con ultrasonido fácilmente se puede detectar la causa del crecimiento abdominal.

Identificación de embrión o feto, así como de movimientos y latidos cardiacos fetales, pueden identificarse con ultrasonido desde muy temprano en el embarazo. Esos son signos definitivos de embarazo, mientras que los otros síntomas y signos son presuntivos, es decir de probable embarazo, el cual debe confirmarse con ultrasonido.

Más adelante en el embarazo mediante palpación se puede determinar cómo está acomodado el feto, su crecimiento, los latidos cardiacos fetales. Aun así el ultrasonido ayuda a determinar la cantidad del líquido amniótico, las características de la placenta, así como anomalías en el bebé. Con ultrasonidos de alta definición se pueden detectar alteraciones en el crecimiento uterino, probabilidades de desarrollar enfermedades hipertensivas en el embarazo, o de parto pretérmino.

En general podríamos decir que en los primeros tres meses los síntomas del embarazo son más acentuados, mientras que los signos de él, casi no se notan, a menos que se investigue con ultrasonido. Esto desde un punto de vista finalista, ayuda a que las mujeres recuerden que están embarazadas y se cuiden. En los siguientes tres meses los síntomas tienden a desaparecer pero el crecimiento abdominal requiere cambio de ropa y es más fácil recordar que se está embarazada, es el trimestre en donde se puede viajar con menores probabilidades de complicaciones. Al final del embarazo, síntomas diferentes como sensación de pesantez abdominal, dolor en la espalda, hinchazón leve requieren mayor reposo lo cual disminuye la probabilidad de parto pretérmino.

Los síntomas en el embarazo son normales y sirven para recordar que se está llevando un producto valioso en el interior y que se requieren un poco más de cuidado. No hay que excederse en el uso de medicamentos sintomáticos y pretender sentirse como no estar embarazada. Los signos en el embarazo permiten a la paciente que su médico detecte si el crecimiento es adecuado, si no hay problemas asociados y si no se incrementan las probabilidades de hipertensión gestacional o parto pretérmino.