Varicocele

El Varicocele es la dilatación de las venas testiculares en el escroto, (várices), cuya corrección se asocia a una mejoría considerable en las tasa de embarazo de las parejas que tienen infertilidad asociada a ello por razones que se explican en el artículo.

Esta es la enfermedad más comúnmente relacionada a infertilidad masculina, se encuentra en el 15% de los varones en general y en el 35% de los varones que acuden a consulta por infertilidad.

Se desarrolla comúnmente durante la pubertad y con frecuencia se diagnostica varios años más tarde, cuando la pareja encuentra dificultad para lograr un embarazo y acuden al médico especialista en esta área. 

Una pregunta común que realizan los pacientes es ¿Porqué se desarrolla el varicocele?

Existen 3 principales razones para que desarrolle y todas tienen que ver con algún defecto anatómico en el varón que lo presenta. Entendamos antes como es la circulación del testículo. Normalmente éste recibe sangre oxigenada (arterial) de 3 vías: la arteria testicular, la deferencial y la cremastérica, todas ellas llegan al testículo pasando por el canal inguinal y formando parte de un cordón espermático, una vez que la sangre "limpia" alcanza al testículo y le lleva el oxígeno y nutrientes necesarios para que cumpla su función de producir espermatozoides y testosterona (hormona masculina) la sangre "sucia", ya sin oxígeno y con productos de desecho tales como radicales libres de oxígeno regresan al corazón a través de varias venas (plexo pampiniforme) para oxigenarse nuevamente y eliminar esas sustancias tóxicas para el testículo. Este conjunto de venas que salen del testículo y forman parte del cordón espermático, se unen y convergen principalmente a la vena testicular, que sube contra la gravedad esa sangre hasta el corazón. Cuando la vena testicular no tiene válvulas internas que le ayuden a llevar la sangre del testículo al corazón o cuando encuentra mayor resistencia al desembocar a las venas que recogen su sangre (vena renal o vena cava), ésta empieza a acumularse y dilatar a su vez las venas del plexo pampiniforme a nivel escrotal e inguinal. Esta dilatación de las venas acumulando sangre con desechos tóxicos y poco oxígeno se llama varicocele. 

De aquí pueden surgir varias preguntas más: ¿Cómo afecta esto mi fertilidad?

En primer término explicaremos que el testículo necesita para cumplir adecuadamente su función tener una temperatura 1° C menor que la temperatura corporal, por eso su localización en el escroto. Al estar rodeado de venas dilatadas con sangre más caliente de lo que pudiera tolerar, sube la temperatura testicular y ocurre un daño en el mismo, afectando su volumen (disminuyen de tamaño y consistencia) y su producción de testosterona y espermatozoides. Esto aunado al contacto continuo con sustancias tóxicas e incluso con bacterias que encuentran muy fácil llegar e instalarse en el testículo causando una infección local, el daño ocurre e incluso progresa si esto no se detiene a tiempo. 

Por otra parte el varicocele no necesariamente causa síntomas, y cuando estos se presentan pueden ir desde un dolor tipo sordo muy leve en el testículo hasta un dolor más intenso. El diagnóstico suele realizarse por manos del experto al percibir un aumento de volumen del cordón espermático a nivel escrotal y dilatación de las venas a ese mismo nivel al realizar esfuerzo con el paciente de pie. 

Estas alteraciones de las que hablamos previamente ocasionan disminución en la concentración de espermatozoides, disminución en su movilidad y aumento en el número de espermatozoides con formas anormales en el análisis de semen, restándole considerablemente capacidad para fertilizar. 

La corrección quirúrgica de varicocele más popular y con mejores resultados es con abordaje inguinal o subinguinal (Marmar), con técnica de microcirugía ligando las venas del cordón espermático, respetando la arteria testicular y los vasos linfáticos. El regreso de sangre se realizará a través de la vena que acompaña al conducto que transporta los espermatozoides, el deferente. 

Los resultados de esta cirugía en general son buenos. Esta técnica ha logrado mejorar las alteraciones que comentamos al análisis de semen en un 60 a 80% de los varones, incrementándose las tasas de embarazo alrededor de 40% en el primer año y 69% en dos años. Es conveniente mencionar que en ocasiones esta enfermedad se asocia a otras alteraciones masculinas que favorecen infertilidad, en esos casos la corrección quirúrgica del varicocele no logra tan buenos resultados como los que se mencionan pero sí ayuda a mejorar un poco las posibilidades de lograr un embarazo.

 

 

 

 

 

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Dr. Juan Francisco Lizárraga

Urólogo egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara  como mejor alumno de la generación, realizó el postgrado en Urología en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI en México DF, donde realiza el adiestramiento en Andrología. Ha sido Profesor y Coordinador de  múltiples cursos de Infertilidad masculina y andrología en congresos nacionales de urología y de Medicina Reproductiva. Profesor de Urología en la Universidad de Guadalajara y Urólogo adscrito al Hospital General Regional 110 del IMSS. profesor del postgrado de Biología de la Reproducción avalado por la UNAM con sede del Instituto Vida, Centro Médico Puerta de Hierro en Guadalajara. Jefe del departamento de Urología en hospital Ángeles del Carmen. Urólogo del Staff de Centro Médico Puerta de Hierro. Andrólogo del Instituto Vida Guadalajara.

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El Instituto Vida, con más de 25 años de experiencia en el manejo avanzado de parejas infértiles, cuenta  con cinco sedes : León, Guadalajara, Matamoros, Mérida y Ciudad de México ( y próximamente otras dos sedes abrirán en Tijuana y Querétaro) dirigidas por profesionales de  reconocido prestigio nacional e internacional.


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