Sin embargo, la obesidad en las mujeres altera el funcionamiento regular de sus ovarios lo que causa que dejen de ovular. Esto se debe básicamente a que el tejido graso no es inactivo sino que transforma las hormonas masculinas o andrógenos existentes en el cuerpo en hormonas femeninas o estrógenos y hay un aumento exagerado de éstos lo que trastorna el equilibrio hormonal necesario para que respondan bien las glándulas endócrinas del cerebro que producen las hormonas necesarias para estimular a los ovarios para que las ovulaciones ocurran.
El aumento de estrógenos o hiperestrogenismo o estrogenismo sostenido también ocasiona trastornos menstruales como dejar de menstruar o amenorrea, o sangrados irregulares o menorragias. Lo cual permite sospechar la existencia del problema en pacientes con aumento de peso. Este trastorno hormonal también puede ocasionar crecimiento excesivo de tejidos en sitios que responden a la acción de las hormonas femeninas o estrógeno-dependientes, como son dentro del útero su capa interna o endometrio y también en las mamas. Lo común es que estos crecimientos anormales sean benignos, pero si el estímulo anormal es prolongado pueden malignizarse y causar la aparición de cáncer en esos sitios.
El hiperestrogenismo no solo afecta a las mujeres, sino también a los hombres a los que les disminuye la calidad de sus espermatozoides. Esto puede asociarse o no a un aumento exagerado en la producción de prolactina, una hormona producida por una glándula del cerebro que se llama hipófisis y a este estado o hiperprolactinemia también altera la fertilidad tanto de mujeres como de hombres.
Por otro lado la obesidad también favorece aumento de los niveles de insulina y disminución de los niveles de la proteína que transporta hormonas masculinas y femeninas y esto también predispone a falta de ovulación y formación de quistes en los ovarios, que también se conoce como poliquistosis ovárica.
Cualquier tratamiento que se administre para ovular tiene mayores probabilidades de no dar resultado si la paciente es obesa y por lo general se requieren dosis mayores de medicamentos, con más riesgos y probabilidades de efectos indeseables cuando hay aumento de peso.También un embarazo que se inicia con obesidad constituye riesgo alto de complicaciones asociadas al embarazo. El regresar a un peso normal con tratamientos adecuados que incluyan dieta y ejercicio en muchas mujeres es suficiente para que vuelvan a ovular, pero si la falta de ovulación persiste y el peso de la persona está normal es más fácil que responda a los tratamientos para inducir la ovulación
La causa de la obesidad no se puede reducir a aumento en la ingesta de calorías, sino que es un problema multifactorial donde intervienen desde la genética, hábitos de vida, conducta en la infancia,.falta de ejercicio, vida sedentaria, etc por lo que su tratamiento debe de abordarse de una manera mas integral y profesional.
En resumen la obesidad es un problema cada vez más prevalerte en la sociedad moderna, sus efectos no solo se restringen a padecimientos médicos serios como hipertensión,arterial, diabetes o accidentes cardiovasculares, sino que disminuye la fertilidad tanto de mujeres como de hombres y les dificulta el lograr un embarazo, La obesidad no es un problema sencillo que se resuelva con facilidad sino que requiere un abordaje profesional e integral para lograr el peso ideal y mantenerse en el mismo por períodos prolongados, no solo para lograr el embarazo, sino para que éste evolucione bien.