La prolactina cuando se eleva a niveles anormales disminuye la fertilidad tanto de mujeres como de hombres. En ellas con frecuencia causa trastornos menstruales y alteraciones en la ovulación que van desde mínimas, hasta que las mujeres dejen de ovular. En los hombres la elevación de la prolactina trastorna la producción de espermatozoides y disminuye el deseo sexual. La elevación de la prolactina no solo dificulta que las parejas logren un embarazo, sino que una vez logrado sea más fácil abortar, si el problema no se ha corregido.
La prolactina también puede elevarse por otras causas entre las que destacan la ingesta de medicamentos como tranquilizantes, pastillas para dormir, ansiolíticos, medicinas para controlar la alta presión, antiulcerosos, etc. Trastornos en la función de la tiroides elevan la prolactina, en especial cuando la tiroides produce menos hormonas o hipotiroidismo. Una de las causas más graves que producen incremento de prolactina en sangre o hiperprolactinemia, es la presencia de tumores en la adenohipófisis, estos cuando son pequeños se les denomina microprolactinomas, mientras que si son grandes, macroprolactinomas.. Los microprolactinomas responden muy bien a tratamientos médicos simples, puesto que no son malignos. Los macroprolactinomas con frecuencia requieren cirugía, la cual no es sencilla puesto que al efectuarla se pueden dañar estructuras nerviosas importantes y dejar secuelas graves.
La interpretación de la medición de prolactina debe valorarse de acuerdo a los datos de la historia clínica y los hallazgos de la exploración física meticulosa. Entre éstos destaca la galactorrea o salida de líquido lechoso por las mamas después de la expresión de las mismas. Muchas de las pacientes que presentan galactorrea no habían notado su presencia, incluso después de varias visitas al médico. Para encontrar este dato hay que sospecharlo y luego buscarlo con cuidado.
En la evaluación de la hiperprolactinemia es muy importante determinar la repercusión de ella en el ritmo menstrual, si la paciente sigue menstruando con regularidad, es poco probable que sea muy importante, pero a medida que va ocasionando trastornos menstruales cada vez mayores hay que prestarle mayor atención. La mayor parte de las mujeres que cursan con tumores productores de prolactina o prolactinomas presentan, además de la hiperprolactinemia, cesación de las menstruaciones o amenorrea. A la combinación de amenorrea y galactorrea se le conoce con distintos nombres, por lo general cursan con niveles muy altos de prolactina, pero lo más grave es que en un gran número de casos se asocia a un tumor dentro del cerebro.
Lo más importante respecto a la prolactina es reconocer su influencia en la reproducción. Sospechar en que casos puede estar elevada. No se indica su medición de primera instancia en hombres, pues en ellos un examen de semen normal e historia de relaciones sexuales normales indica que no hay trastornos. En mujeres causa distintos problemas desde dificultad para embarazarse hasta abortos. Es muy común encontrarla alterada en mujeres que con frecuencia no ovulan.
Lo mejor de la hiperprolactinemia es que su tratamiento es muy sencillo con diferentes alternativas de medicamentos que se ingieren por vía oral y aunque algunos se asocian efectos indeseables en personas sensibles, es muy raro que una persona sea sensible a todos los medicamentos. Cuando la elevación de la prolactina se debe a una causa específica como la toma de otro medicamento hay que suspenderlo para lograr el embarazo. Si el problema se debe a trastornos tiroideos también deben corregirse. En casos como exceso de ejercicio o estrés exagerado es obvio que deben tomarse las medidas correspondientes.